todavía me acuerdo de ese día que mi abuelita y yo caminábamos por la costa de Dichato, cuando de la nada salio un perro y nos empezó a seguir. Mi abuelita y yo salimos corriendo lo mas rápido posible, pero el perro nos pisaba los talones. Yo rápidamente saque la comida que teníamos guardada en mi mochila y se la tire. El perro se quedo comiendo lo que le tire, pero mi abuelita me quedo mirando feo y de repente me tiro de la oreja y me dijo "No tenias por que hacerlo, ya sabia que no te gustaba"
Guiselle Suazo Aravena.
Guiselle Suazo Aravena.
a mi me gusta el titulo de este cuento por eso elegí escribir este se me hace gracioso muy gracioso y esa es la razón que lo elegí.
ResponderEliminarEs en realidad muy entretenido. ¡Buena elección!
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